Inteligencia Artificial que ayudan a niños con TEA
A nivel global el 2 de abril es el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, declarado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, con el fin de promover y mejorar las condiciones de vida tanto de niños y adultos que padecen de este transtorno.
En este contexto, la tecnología viene siendo un gran aliado para encontrar las mejores soluciones que permitan que las personas con autismo o TEA (Transtorno del Espectro Autista) puedan mejorar su integración y desarrollo social.
Conoce tres proyectos desarrollados con Inteligencia Artificial, técnicas de big data y machine learning que contribuyen con lo mencionado:
1) A-mate, un proyecto que ayuda a la autonomía de los niños con autismo
Las personas con autismo tienen una percepción de las emociones distinta a la del resto, lo cual, muchas veces, les dificulta interpretar y/o transmitir emociones. Este proyecto busca ayudar a los terapeutas para comprender patrones y personalizar la relación con el niño y, en caso de crisis, conocer si éstas aumentan o disminuyen.
¿Cómo obtienen esta información? A través de una pulsera inteligente que, mediante algoritmos de aprendizaje automático, recoge información sobre la conductividad de la piel del niño, que cambia según las emociones que siente en ese momento. Los desarrolladores buscan diseñar un dispositivo que esté integrado en la ropa para evitar que las pulseras generen molestia en los niños; de igual manera, trabajan en el desarrollo de una tablet con asistente virtual que funcione como mediador al momento de comunicarse con el niño.
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2) Superpower Glass, de Google y la Universidad de Stanford
Los famosos Google Glass fueron repotenciados, en colaboración con la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford y Google, para que a través de inteligencia artificial, aprendizaje automático y reconocimiento fácil permitan a los niños con autismo reconocer las expresiones faciales de otras personas.
¿Cómo funciona? Mediante una aplicación diseñada por la Universidad de Standford, se obtiene información, en tiempo real, sobre las expresiones faciales de otras personas; la cual se comunica a través de un altavoz o se muestra en la pantalla de las Google Glass. Según un estudio publicado en la revista Digital Medicine, después de haber usado regularmente los lentes, entre uno a tres meses, los padres de los niños que utilizaron el dispositivo comentaron que sus hijos lograron una mejor relación con los demás e hicieron mayor contacto visual.
3) Robots que permiten a los niños autistas reconocer emociones
El Centro de Investigación Enrico Piaggo de la Universidad de Pisa ha creado un prototipo de robot que permite a los niños reconocer emociones a través de las expresiones faciales. Se realizó una prueba a puerta cerrada, con niños con autismo, y la interacción con el robot no fue rechazada por ellos. Este proyecto busca que aprendan a reconocer emociones, por ejemplo: un niño con TEA no sabe que la expresión como una sonrisa está relacionada con la felicidad, el robot muestra la similitud visual de las facciones que se generan al sonreír (la curva de los labios o las arrugas en el contorno de los ojos) y así enseña a través de un punto de vista cognitivo.
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Inteligencia Artificial para una mejor integración
Estos son algunos de los proyectos que, apoyados con inteligencia artificial y big data permiten resolver tareas terapéuticas que van más allá de la detección y el diagnóstico. El lema del año pasado frente al Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo fue "Puedo aprender. Puedo trabajar", buscando la mejora de la calidad de vida de las personas con TEA teniendo el acceso a educación y empleo de calidad adecuado a sus capacidades y necesidades específicas y, gracias a la tecnología, esto cada vez es más posible.
