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Ejercicio emocional diario para mejorar el liderazgo

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La evolución del ser humano, respecto al trabajo en equipo y habilidades – necesidades relacionales ha evolucionado. Sin embargo, en situaciones laborales, a menudo, se elige ignorar las respuestas emocionales negativas que el entorno puede presentar.  

Silke Mischke - coach ejecutiva de IMD - menciona que, para comenzar a fomentar la inteligencia emocional en uno mismo, se debe comenzar por notar los datos emocionales que el cerebro ha producido a lo largo de su existencia, pero, tal vez, se ha ignorado.

La coach ejecutiva de IMD, presenta cuatro formas en las que se puede comenzar a desarrollar y utilizar su inteligencia emocional innata: las dos primeras habilidades son experienciales y, las dos últimas, son habilidades son más estratégicas. Una vez desarrolladas, estas capacidades utilizan la gran cantidad de datos emocionales que crea el cerebro para mejorar las relaciones, la formación de equipos y ayudarlo a manejar tiempos desafiantes con capacidad de respuesta adaptativa.  

1. Entrenarse para percibir emociones: Es importante notar activamente cómo se siente uno y los que le rodean, preguntando a las personas cómo se sienten, en lugar de cuestionarse qué están pensando para comenzar a ser más hábiles emocionalmente.  Ejercicios como llevar un diario emocional permitirá crear un canal más claro de autoconciencia.

2. Usar las emociones de manera inteligente: Para construir una relación interna con los sentimientos percibidos, se debe crear un vínculo entre las emociones y sus acciones. Asimismo, si se observa un sentimiento particular en un colega, mostrar empatía diciendo que comparte ese sentimiento creará un espacio para una comunicación más profunda que reforzará los lazos emocionales.  

3. Comprender las emociones: Si se encuentra como la persona con mayor fluidez emocional del equipo, aprovechar esa capacidad contribuirá en el bienestar y el éxito de todo el equipo. Es importante mostrar cómo los sentimientos podrían afectar los objetivos del equipo de manera positiva o negativa.  

4. Manejar las emociones: Trabajar con las emociones es más una cuestión de gestionarlas con éxito que de controlarlas. El primero implica una sana capacidad de respuesta a los datos que se perciben, mientras que el segundo indica una negación malsana de lo que se siente. Las estrategias preventivas y de respuesta invitan a la autorreflexión y garantizan que el abrumador emocional no se produzca de forma perjudicial.  

Las técnicas fisiológicas, como las simples prácticas de respiración, cambiar la situación dando un paseo o hablando con uno mismo también pueden ayudar a fermentar un estado de ánimo emocional opresivo. El liderazgo de equipos no solo depende de lo hábil que puede ser una persona frente a habilidades duras, sino también de qué tanta capacidad demuestra frente a las habilidades blandas para el correcto manejo del equipo que se verá reflejado en las tareas realizadas.

En Educación Ejecutiva de UTEC, desarrollamos experiencias a la medida para abordar temas como este y otros. Conoce más de nuestros programas personalizados para empresas aquí.

 

 * El artículo es una adaptación del artículo “Commit to a daily emotional workout to improve your leadership”. Julio 2020, IMD articles. 

Publicado el: 
29 de Septiembre